“En medio de tantas injerencias extranjeras que pretenden llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno, con caramelos disfrazados y envenenados de falsa piedad, es menester que los buenos y nobles dominicanos salgan al frente con un mensaje de defensa y concientización de aquellos enemigos naturales de la familia, la patria, y del país”, expresó en una nota Feliciano Lacen, presidente de la entidad.
El pastor Lacen señaló que aunque la Constitución debe ser el alma de una nación y la regla por excelencia que rige la vida de los pueblos, entiende que la Biblia es la regla de fe y conducta para guiar el comportamiento socio-espiritual de un país.
Aseguró que sus enseñanzas hacen de los ciudadanos mejores individuos que desarrollen relaciones en base al amor, al servicio, la convivencia pacífica del hombre y la mujer, en una sociedad que muere porque se destruye moral y espiritualmente.
El líder religioso explicó que la palabra de Dios es una norma en la que el niño, el joven y el adulto puede meditar para encontrar iluminación en la confusión pero, más que eso, poner en práctica sus enseñanzas para el beneficio de su vida y de su entorno social.
Lacen recordó que los fundadores de la nación se ampararon en valores bíblicos para procurar liberación de un yugo, inaceptable para los dominicanos.
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