Por Vicente Balbuena
Hay un refrán popular que dice: "Una cosa es con violín, otra con guitarra". Esta narrativa, es la historia real del periodista Miguel Gonell Jackson, un fiel seguidor de la doctrina del profesor Juan Bosch, y por supuesto del Partido de la Liberación Dominicana, PLD.
Su pasión enloquecedora, era tal, que en el local del partido, no faltaba el café, el azúcar para mezclarlo, las cucharas y vasos para servirlo a los compañeros e invitados.
Papel de baño, servilletas, fotocopias, fueron atribuciones que el señor Gonell Jackson, se tomó por cuenta propia, esperanzado en que alguien con poder de decisión dirigiera una mirada de auxilio a su pobre economía.
Con hijos, una madre y familia que directamente dependían, y aún siguen dependiendo de su trabajo, esos aportes de buena voluntad y lealtad, pasaron desapercibidos. "Sin penas, ni glorias".
Indudablemente, que se estaba frente a dirigentes y autoridades indolentes, ante las necesidades de pobreza y calamidad, por las que atravesaba Gonell Jackson.
Tras ocupar una importante posición cómo Concejero de la ciudad, dónde ayudó a miles de jóvenes de diferentes etnias, Gonell Jackson, conquistaba a connacionales, a los que nunca les pasó por su mente votar por el PLD.
Dicha labor de conquista para el engrandecimiento del hoy partido de oposición, nunca fue tomado en cuenta.
En la pobreza, perdió sus propiedades, su familia, ya que le cayó "La Sal del Chivo".
Acababa de ubicarse del trono a la ruina. Todos disfrutaban de la sabrosa miel, que otorga el poder.
Ya el doctor Joaquín Balaguer, los había bautizado, con el mote de "Comesolos".
Miguel Gonell Jackson, era otra de las tantas víctimas, que fue tomado como tonto útil para hacer bulto, pero a cambio de que. A cambio de nada.
Cómo diría el cantautor mexicano Emmanuel, "Todo se derrumbó".
Eran y siguen siendo momentos de tristeza y dolorosos episodios de recordación, ya que otros de menores aportes, fueron favorecidos con botellas y botellones.
La indiferencia era tal, que aún viéndole con sus hijos en diferentes actividades partidarias, nunca fueron capaces de regalarles juguetes o dulces.
Eran y siguen siendo tacaños indolentes.
28 años de vida útil, perdió éste leal peledeista en busca de nada.
"Un político en campaña, cuándo no miente, te engaña".
Es incalculable el dolor y sufrimiento causado por personas de poder, que viendo la realidad dolorosa de uno de los hombres más leales, honesto y trabajador, lo abandonaron por completo.
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