Los analistas temen que el sector inmobiliario y el consumo puedan frenar el crecimiento chino



Madrid, 11 feb (EFE).- Los analistas de gestoras y banca privada temen que las dudas del consumo y los problemas del sector inmobiliario puedan suponer un freno para el crecimiento de China e impactar en sus mercados de renta variable, mientras observan con cautela las medidas tomadas por el Gobierno.

"China está tomando medidas para apoyar su debilitada economía, empeorada por la presión deflacionaria, y su mercado de valores en medio de una crisis demográfica que se desarrolla lentamente. Sin embargo, existe un límite en cuanto al alcance de estas medidas si el sector privado y los hogares siguen siendo bajistas", apunta Magdalene Teo, del banco privado de inversión Julius Baer.

El pasado miércoles se conoció el dato del índice de precios al consumidor (IPC), principal indicador de la inflación en China, que cayó un 0,8 % interanual en enero y es la mayor bajada interanual en un solo mes experimentada en el país desde septiembre de 2009, aunque los analistas advierten del peso que tiene en este dato el efecto calendario.

Los analistas de Deutsche Bank Research ven probable que la inflación mejore en febrero con la posible subida de los alimentos por el Año Nuevo y observan una mejora continúa en los precios a partir de marzo, como resultado de la expansión fiscal del Gobierno.

"Esperamos que la deflación termine, pero que se quede la inflación baja en 2024", señalan los expertos de JP Morgan, que apuntalan este escenario en la previsión de que los precios mundiales de las materias primas y de la carne de cerdo hayan tocado fondo.

Otra de las dudas que observan los analistas recae en el sector inmobiliario, que ha tenido un peso importante en la economía del país en los últimos años, pero cuyo escenario se ha complicado por el alto endeudamiento de las grandes promotoras y el debilitamiento del mercado.

"Los ajustes a la baja generalizados de los precios de la vivienda, esenciales para despejar un mercado lastrado por el exceso de existencias, sugieren un prolongado periodo de corrección y persistentes efectos negativos sobre la riqueza que pesan sobre el consumo de los hogares", explica Redmond Wong, jefe de estrategia de China en Saxo Bank.

A finales de enero de este año la justicia hongkonesa ordenó la liquidación del gigante inmobiliario fuertemente endeudado Evergrande en favor de sus acreedores extranjeros, un dictamen que abre un largo e incierto proceso sobre si será reconocido en la China continental, donde además cotizan filiales de esta firma.

Wong también destaca que la previsión de impagos y quiebras se cierne sobre los promotores chinos, tanto en sus holdings cotizados en Hong Kong como en sus empresas y proyectos en China continental.

Las dudas sobre este sector ya pesaron sobre la cotización de las bolsas asiáticas en 2023, que comenzaron este año a la baja, aunque las autoridades del país intervinieron la pasada semana para tratar de frenar las caídas, con los fondos estatales comprando acciones y los reguladores anunciando medidas para frenar desplomes como limitar las ventas en corto.

Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión eToro, considera que la caída del mercado bursátil chino lo ha convertido en uno de los mercados más baratos del mundo, con una relación precio/beneficios estimada en 8 veces, menos de la mitad del nivel del S&P 500.

"Como era de esperar, la confianza de los inversores locales y extranjeros ha caído bruscamente, aunque esto suele ser positivo y el Gobierno ha prometido estabilizar el mercado manteniendo el impulso del crecimiento económico en torno al 5 %", añade.

Por su parte, Mali Chivakul, economista de la gestora J. Safra Sarasin Sustainable AM, cree que aunque el ajuste en el sector inmobiliario continuará, las valoraciones gravemente deprimidas del mercado de valores y el creciente compromiso de las autoridades de proporcionar apoyo al mercado financiero podrían conducir a una mejora del sentimiento y a una recuperación a corto plazo.

"Sin embargo, es improbable que esas medidas resuelvan los problemas estructurales que lastran el mercado de renta variable, a saber, la falta de apalancamiento operativo y el descenso de la rentabilidad. Así pues, es poco probable que el atractivo a corto plazo se traduzca en una rentabilidad superior a largo plazo", añade.

Algunos analistas se muestran más positivos respecto al desarrollo de China, Diogo Gomes, de UBS AM Iberia, señala que son optimistas respecto a la renta variable del país y creen que el factor sorpresa, desde una perspectiva macroeconómica, podría ser el renacimiento del sector manufacturero.

En este aspecto, Gomes apunta, que observan un repunte en Corea del Sur, Japón y Taiwán en los últimos meses, que suelen ser precursores de un movimiento similar en China.


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