Presidente quite esa carga a los envejecientes



Por Miguel Gonell Jackson

Es de conocimiento de un importante segmento de la población dominicana, los esfuerzos que ha venido haciendo en su gestión de gobierno, el presidente Luis Abinader, por mejorar las condiciones de vida en que actualmente viven, la mayoría de los envejecientes de nuestro país.

No obstante a la fecha, no se ha logrado satisfacer las demandas de aquellos hombres y mujeres, que ofrecieron los mejores años de sus vidas a servir en entidades públicas y privadas, con entrega a los mejores intereses.

Resulta preocupante, que un gobierno que se ha caracterizado por prestar atención a la gente, todavía no haya tomado en cuenta, mejorar las reducidas pensiones económicas que devengan mensualmente los envejecientes.

Las mismas, no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.

En la actualidad la generalidad, tiene que comprar medicinas costosas para prolongar sus días de vida en éste mundo terrenal.

Pagar un alto precio por la adquisición de los productos comestibles de primera necesidad de la canasta familiar, transporte caro, cuando el gobierno tiene la capacidad de crear programas de ayudas sociales compensatorios, que definitivamente les quiten esa pesada carga, que por décadas han llevado sobre sus hombros.

No es un regalo, es un reconocimiento merecido, el que haría el presidente Luis Abinader, poniendo en ejecución, acciones que quiten preocupaciones, a los envejecientes de la nación, poniendo en marcha las peticiones que se formulan en éste momento.

Además, incluir en los programas de viviendas que construye el estado, a los ancianos que deambulan y duermen a la intemperie en las 32 provincias de la República Dominicana.

Este derecho que les asiste, no debe permanecer en promesas, ni ofrecimientos electorales de campaña, tiene que hacerse realidad ahora que se necesita.

Los envejecientes no pueden, ni deben seguir viviendo como miserables pedigüeños, cuando sacrificaron sus mejores años en instituciones estatales y privadas a favor del avance y desarrollo de su amada patria.
Es tiempo de recompensar esa labor. 

Señor presidente Luis Abinader, usted tiene la última palabra, permita que los envejecientes tengan un poco de felicidad en los días finales de su existencia. Complete su extraordinaria obra de gobierno pasando de las palabras alos hechos. Cierre con broche de oro. 

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