Por Vicente (Tony) Balbuena
El autor es periodista, reside en Estados Unidos.
Es urgente desarrollar una campaña de concientización en las redes sociales y los medios tradicionales de comunicación social de la República Dominicana, a fin de lograr extender el periodo de vida de centenares, y miles de ciudadanos criollos, que en la actualidad requieren de un donante de trasplante de un determinado órgano para seguir viviendo.
A pesar de que existen instituciones,personal médico y equipos de alta tecnología para realizar esa importante tarea, a la fecha son pocos los aportes que se hacen en esa dirección.
Anualmente mueren cientos de dominicanos por carecer de un trasplante de riñón, corazón, hígado, y otros órganos vitales para prolongar la existencia.
Cada día, aumenta el número de criollos que requieren de un donante para detener los angustiosos y costosos procesos, a que son sometidos, lo que origina en la mayoría de estos casos, que sus familiares queden en bancarrota económicamente, y pierdan a sus preciados parientes.
Es triste y doloroso, que la situación descrita siga su curso sin ponerse en vigencia esa campana a la cual nos referimos, ya que la población no tiene conciencia, sobre la importancia de salvar y prolongar vidas, mediante la donación de órganos que en nada le afectará seguir viviendo normal.
Pero existe la creencia de que donando un órgano su existencia podría reducirse, cuando se ha comprobado por la ciencia médica, de que en realidad no es así..
Nos preguntamos, Qué se hace con los órganos de personas jóvenes y saludables, que mueren por accidentes de tránsito, riñas, enfrentamientos con la policía?,
¿Qué se hace con los órganos de esos difuntos? Acaso son sepultados sin extraerlos, van a parar directamente al cementerio, cuando deben ser aprovechados para la utilidad de prolongar vidas de dominicanos, que aguardan por ellos.
Si es así, hay que descontinuar y parar de inmediato esa mala práctica, que perjudica a una mayoría, que ansía vivir, aun sirviéndose de órganos de personas fallecidas que son compatibles sanguineamente con los pacientes.
Es tiempo de avanzar, de dar amor al prójimo, no podemos seguir siendo egoístas y mezquinos, en una nación, que como República Dominicana, requiere de compasión y unidad entre sus habitantes.
Tomemos conciencia, y comencemos a donar órganos para salvar y prolongar vidas de dominicanos, que llevan años esperando una donación, esperanzados en reintegrarse a la sociedad, para hacer aportes positivos y dar un respiro de alivio a sus sufridos familiares, que no lograr vivir con tranquilidad, ya que sienten y padecen en cuerpo y alma, las enfermedades que llevan sobre sus cuerpos sus parientes.
Valoramos los esfuerzos del Seguro Nacional de Salud, (SENASA), y el Instituto de Coordinación de Trasplante, INCORT, para concientizar sobre las donaciones de órganos, pero tenemos que insistir en nuestra población para poder lograr los objetivos perseguidos.
Salvar vidas, mediante donaciones de órganos, es un acto de amor que nunca se olvida.
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